Curso de Relaciones Internacionales para periodistas: una iniciativa inédita en Brasil
Las constantes transformaciones tecnológicas han resignificado el periodismo. Eso supone retos para los profesionales del sector, los cuales trabajan en equipos de redacción más pequeños y necesitan cubrir distintas áreas —no siempre correlacionadas— y desempeñar nuevas funciones en el universo del llamado periodismo multiplataforma. Sensible a esta situación, Saab firmó una alianza con el Programa Interinstitucional (Unesp, Unicamp y PUC-SP) de Posgrado en Relaciones Internacionales San Tiago Dantas, con el fin de ofrecer a los periodistas un curso de extensión universitaria en Relacionales Internacionales, con énfasis en Defensa. El objetivo es ampliar los conocimientos y fomentar un debate sobre temas de seguridad, defensa y relaciones internacionales.
Para conversar sobre esta iniciativa inédita, entrevistamos al doctor Samuel Alves Soares, profesor y coordinador del Programa de Posgrado en Relaciones Internacionales San Tiago Dantas, el cual nos dio detalles sobre la concepción y ejecución del proyecto. El académico posee un postdoctorado en Relaciones Internacionales y se ha dedicado a la investigación en temas de defensa y seguridad internacional, integración internacional, conflictos, guerra y paz, y relaciones entre el ámbito civil y el militar. También coordina el Programa de Cooperación Académica en Defensa Nacional (Procad-Defesa). Su trayectoria ha contribuido a la estructura del curso, que consiste en un total de 24 clases y cuenta con la participación de cerca de 40 periodistas de la prensa nacional, regional y especializada.
1. ¿Cómo surgió la alianza entre Saab y el Programa de Posgrado en Relaciones Internacionales San Tiago Dantas para ofrecer este curso?
Samuel Alves Soares: Las conversaciones sobre desarrollar un curso para periodistas comenzaron hace cerca de dos años. Coincidentemente, nosotros ya habíamos considerado esa posibilidad. En el programa de posgrado, uno de los grupos de extensión de investigación es el de Estudios de Defensa y Seguridad Internacional (GEDES), que se dedica a la investigación en esta área desde hace más de 20 años. La defensa es un tema relevante que, a nuestro parecer, puede transformarse en un concepto de política pública. Por tanto, la sociedad tiene derecho a conocer las investigaciones realizadas en el ámbito académico, todavía poco conocidas. Nuestras conversaciones fueron avanzando y, a finales del año pasado, se concretó la alianza con una propuesta definida, establecida e inédita de un curso consagrado a la defensa.
2. ¿Por qué inédita?
Samuel Alves Soares: Esta iniciativa tiene dos aspectos inéditos. El primero, impartir un curso para periodistas con énfasis en defensa. El otro, que el curso esté propuesto por un centro de investigación en el que hay docentes que se dedican al tema literalmente desde hace más de tres decenios, junto con investigadores de la generación joven también. Es inédita por el hecho de no provenir del Ministerio de Defensa, el cual, con toda su legitimidad, tiene cierta perspectiva. El curso, por su parte, tiene como enfoque y objetivo fomentar un debate que permita alcanzar una autonomía estratégica a nivel nacional y regional.
3. ¿Cómo evalúa usted la alianza entre la iniciativa privada y la universidad para realizar un curso como este?
Samuel Alves Soares: Con esta iniciativa, Saab se sitúa a la vanguardia, pues esa clase de fortalecimiento de las relaciones entre la iniciativa privada y la universidad es oportuno y necesario. Desde el primer momento señalamos que nuestro grupo de docentes es amplio y plural. Hubo perfecta sintonía sobre cómo se debía proceder para desarrollar el curso. No conocíamos el perfil de los periodistas, y fue una agradable sorpresa constatar que se trata de un grupo selecto y conocedor del tema. El aprendizaje ha sido por parte y parte.
4. ¿Cómo se hizo la selección de temas y del cuerpo docente considerando el perfil de los alumnos, cuya función es prestar un servicio a la sociedad divulgando hechos del día a día?
Samuel Alves Soares: Pensamos que la tecnología y la industria serían temas relevantes para los periodistas. Así que reforzamos los módulos de tecnología y economía de la defensa, asignándoles una mayor carga horaria. Preparamos una parte introductoria con conversatorios sobre los conflictos, la guerra y la paz en el ámbito de las relaciones internacionales, e incluimos temas de seguridad internacional para vincular la defensa, las relaciones entre el ámbito civil y el militar y la conducción de la política de defensa. Así que buscamos docentes que tuvieran investigaciones y conocimientos sobre esos temas. Cuando iniciamos las conversaciones, no estaba previsto que fuera un curso en línea; pero este formato ha sido oportuno. Ampliamos el público para integrar a gente de fuera del estado de São Paulo. La propuesta ha resultado práctica para el perfil de los participantes, y todos hemos salido ganando. Tal vez en el futuro se puede pensar en un formato híbrido.
5. ¿Cuál es la propuesta y el objetivo del curso? ¿Cómo fue concebido?
Samuel Alves Soares: Concebimos el curso sobre la base del debate entre tecnología y defensa, y entre tecnología y estrategia. El objetivo transversal e hilo conductor de la propuesta fue: «¿Cuáles son las condiciones para que un país como Brasil, considerando su historia y su inserción internacional, pueda aspirar a una autonomía estratégica?» Para dar lugar a ese diálogo, organizamos cinco módulos: conflictos, guerra y paz; seguridad internacional y defensa; economía de la defensa; tecnología y defensa, y tecnología y estrategia. El objetivo era establecer las bases para un debate, en forma de propuesta dialogada, en la que hay flexibilidad porque el propio grupo la pide. Ha sido una experiencia estimulante e inspiradora. Estamos incluso considerando la posibilidad de crear espacios adicionales al curso.
6. ¿Tienen pensado desarrollar otras acciones similares?
Samuel Alves Soares: Este es un curso de extensión universitaria con una duración de 32 horas, repartidas en 24 encuentros. Claro que podemos pensar en proyectos más ambiciosos, como uno más extenso o incluso una especialización (posgrado). En ese caso, tendría otro formato, y una duración de un año y medio o dos. Se podría hacer, y en el país no existe nada parecido, o sea, un curso de especialización en Defensa promovido por universidades, ampliando incluso la participación a otras instituciones aparte de la Unesp y la Unicamp.
7. ¿Cuánta pertinencia tienen los temas para los profesionales de la prensa?
Samuel Alves Soares: En esta parte inicial hemos observado que el contenido se articula con el quehacer del periodista que cubre cuestiones tecnológicas y de la base industrial de defensa y con los temas generales, que son complementarios a sus actividades. Los conocimientos de esos periodistas se podrán aún más de manifiesto cuando lleguemos a los conversatorios sobre tecnología y defensa. El intercambio de conocimientos ha sido interesante tanto para los periodistas como para los docentes. Más adelante estaremos en mejores condiciones para evaluar cuánto se avanzó en la cuestión de la autonomía estratégica y mejorar el curso incorporando nuevos temas e incluso ampliando ligeramente la carga horaria, porque nuestra expectativa es que haya una nueva versión del proyecto.
8. Con los cambios estructurales que se están produciendo en los equipos de redacción, los periodistas se ven obligados a cubrir diversas áreas, por lo que les resulta difícil hacer indagaciones a fondo para sus reportajes. ¿Qué aporta un curso de esta magnitud a los periodistas que cubren asuntos de relaciones internacionales?
Samuel Alves Soares: Las cuestiones de defensa se tratarán con mayor amplitud conforme se vaya desarrollando el curso. Aunque el periodista siga especializado en un sector en particular, es importante que entienda las conexiones a otros niveles, tanto con referencia a la espacialidad de las relaciones internacionales como a las repercusiones de naturaleza política. En el fondo hablamos de cuestiones políticas, porque implican decisiones políticas que afectan a la sociedad. La universidad no trabaja con la verdad, sino con la duda. En este curso no hay una visión doctrinal, sino conversatorios y expresión de ideas. Desde esa perspectiva, nuestra ambición es ampliar ese concepto para el periodista, y que la sociedad obtenga reflexiones y acciones a partir de esta interpretación más robusta, pertinente y elaborada, realizada en conjunto con los periodistas. Eso hace que el debate resulte aún más estimulante.
9. ¿En qué medida la ciencia puede facilitarles a los profesionales de la prensa, en este caso de Brasil, la producción de noticias, sobre todo en temas complejos como las relaciones internacionales?
Samuel Alves Soares: Esa es una contribución que le corresponde hacer a la universidad. Por otra parte, es también una falla de quien se dedica a la ciencia. No sabemos transmitir esas informaciones. Hoy en día ha adquirido fuerza y relevancia el periodismo científico. La ciencia es un área muy importante, todavía poco valorada, y que en Brasil tiene que avanzar. Por medio de la Fapesp (Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de S. Paulo) existe, por ejemplo, la posibilidad de solicitar recursos para pagar al periodista, de manera que actúe con respecto a los proyectos en curso, interprete los datos y los haga comprensibles para la sociedad. Tenemos que aprender a traducir de forma rigurosa ciertos temas vinculados a la universidad. El periodista tiene el talento de interpretar la información.
10. ¿Hasta qué punto fue un reto para la universidad desarrollar un curso para un público específico, en este caso periodistas?
Samuel Alves Soares: Fue un reto adicional. Estamos dedicados al tema y seguros sobre el conocimiento que hemos estado produciendo desde hace tiempo. Hablamos largo y tendido de cómo podíamos estructurar el curso para transmitir ese conocimiento, incluso en un formato no presencial. Hicimos adaptaciones. Son sesiones breves, y muchas veces es preciso reducir cierto tipo de argumentación, incluso el desarrollo de una línea teórica, pero conservando la esencia de la propuesta. Es un gran aprendizaje. Al final del curso queremos hacer una evaluación juntamente con Saab, para que los participantes se expresen y nos señalen lo que debemos corregir, perfeccionar o modificar. Es parte del proceso. Somos docentes acostumbrados a dictar clase, pero siempre está la expectativa de cuál será el resultado de la evaluación de un curso. Es inspirador y motivador para todos nosotros.
11. En Suecia, el modelo de la triple hélice —en el cual la universidad, juntamente con la empresa y el gobierno, desempeña un importante papel en el desarrollo científico y tecnológico— es uno de los principales factores que ha hecho que el país sea reconocido como uno de los más innovadores. ¿Cómo es la situación en Brasil?
Samuel Alves Soares: Aquí esa cuestión se plantea de una manera un poco artificial. En el campo de las ciencias exactas y biológicas existe esa complementación. ¿Qué es lo que no se incluye? Justamente el área de las ciencias humanas. Entonces, una reflexión sobre las relaciones internacionales, en el ámbito de la política, la economía, la sociología, la antropología y la historia, queda excluida de ese debate. Esa es la cuestión clave. En otras palabras, tenemos que hablar de conflictos internacionales, de guerra y de paz, cuando tratemos temas de defensa. De nada sirve eludir el asunto. Si hay conflictos bélicos, habrá víctimas. No podemos simplemente ignorar ese hecho. Por tanto, al tratar esa cuestión clave, abordamos el empleo de la violencia y el uso de la fuerza. De ahí que sea un tema que debe estudiarse en el ámbito de las ciencias y de la filosofía. Entonces, existe una laguna, y en este aspecto ninguna institución del Estado o gobierno puede monopolizar la reflexión estratégica y política. Es un debate al que la universidad tiene mucho que aportar, y ya lo estamos haciendo desde hace bastante tiempo. A veces esa dimensión queda en un segundo plano y se valora poco. Pero estamos realizando un esfuerzo de investigación y de creación de asociaciones que aspiren a reunir y congregar a investigadores que trabajen en este tema a partir de publicaciones específicas y proyectos financiados por la Capes (Coordinadora de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior), algunos incluso por indicación del Ministerio de Defensa. O sea, que se está haciendo un esfuerzo en esa dirección, pero todavía existe cierta fragilidad en una de esas hélices y una excesiva dependencia epistémica. Un país como Brasil tiende a mimetizar lo que se hace en el centro, como si las cuestiones y necesidades de defensa fueran reproducibles en cualquier momento histórico, coyuntura, ámbito y lugar del mundo. Posiblemente esa sea nuestra mayor fragilidad en Brasil, que no hemos desarrollado un pensamiento autónomo en materia de defensa. Copiamos, y corremos el riesgo de que la copia se transforme en una caricatura. Es necesario que tengamos el valor de buscar una reflexión, incluso teórica, porque sin ella no se avanza. No hay área del conocimiento humano que no se sustente en la teoría. En mi opinión, ese es uno de los mayores retos.